Diario de Aprendizaje en Igualdad

Esta semana nos enfrentamos a un ejercicio de reflexión: ¿qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad entre mujeres y hombres? En multitud de ocasiones infravaloramos la repercusión que tienen, en la lucha por la igualdad, los pequeños gestos e iniciativas que podemos desarrollar individualmente en nuestro día a día y tendemos a pensar que sólo las políticas de alto nivel pueden cambiar a la Sociedad. Ciertamente, es imprescindible ese marco general que guíe a empresas, administraciones públicas y colectivos pero nosotras y nosotros somos también responsables de crear y fomentar un clima propicio en nuestro entorno. Tras reflexionar sobre el tema os presento mi decálogo personal:   1.       Ser parte activa en la sensibilización, no sólo en la propia sino también en la del resto de compañeros y compañeras: comentando la disponibilidad de los cursos en igualdad que facilita la AGE, contando mi ex

La historia del acceso de las mujeres al conocimiento y a la Ciencia ha sido una carrera llena de obstáculos. En España, no fue hasta 1910 cuando las mujeres fuimos admitidas, sin condiciones, en las universidades. Y el acceso a las Academias científicas tuvo que esperar todavía unas décadas más: la primera mujer que accedió a la Academia de Ciencias Española fue Margarita Salas, en 1988. Si bien poco a poco más mujeres se han ido sumando a las distintas etapas de la carrera investigadora, los datos ( Científicas en cifras ) siguen revelando nuestra dificultad para alcanzar los puestos de responsabilidad. Esto no es más que un reflejo de cómo las estructuras de los organismos de investigación y de las Sociedades Científicas están fuertemente condicionadas por la idiosincrasia y círculos de poder masculinos. La aplicación de la "transversalidad de género" en Ciencia debe pasar por establecer medidas que permitan no sólo el acceso, sino también la permanencia y ascenso de las

En esta revisión y puesta en valor de la “Herstory” quiero dedicarle unas líneas de mi “Diario de Aprendizaje” a la labor a una de tantas pioneras (desconocidas para la mayoría) que consiguieron con su día a día derribar barreras y ocupar el espacio público en sectores y oficios tradicionalmente masculinos, como la GEOLOGÍA. Catherine Alice Raisin (1855-1945) Nació en Reino Unido y desde muy temprana edad se interesó por la Geología. Se formó en uno de los colegios para niñas más antiguos de la región, donde posteriormente ejerció como profesora. En 1878, la Universidad de Londres comenzó a abrir sus puertas a las mujeres y Raisin se examinó y aprobó el examen de acceso. Fue la primera mujer que se licenció en Geología y posteriormente obtuvo el doctorado, convirtiéndose en la segunda mujer inglesa en obtener esta titulación. Como buena geóloga, siempre la fascinó el trabajo de campo: salir a estudiar las rocas a su lugar de afloramiento. Tarea primordial en su profesión pero com

EXPECTATIVAS SOBRE LA MATERNIDAD      La llegada de un@ hij@ suele ser un momento de ilusión y felicidad en una familia pero, al mismo tiempo, es frecuente que esté asociada a la frustración por no poder alcanzar las expectativas que la Sociedad espera de las mujeres. La madre debe estar disponible 24 horas para la crianza: amamantar a demanda, velar el sueño, mantener la higiene del bebé… es la “naturaleza” la que condiciona que sea la persona idónea para la realización de estas tareas ( madre no hay más que una ). En el imaginario popular el padre debe “acompañar” y “colaborar” pero no hay presión, si ejerce una paternidad activa es un padre maravilloso ( ¡qué suerte tienes! ) y si no, es lo normal ( hija, ¿qué quieres? Los hombres son así ). Esta situación afecta a la salud corporal y mental de las mujeres, ya que desatienden su autocuidado y se sienten culpables si disfrutan de algún momento de desconexión. A esto debemos añadir la carga laboral. El modelo de familia tradiciona

Mi nombre es Ana y trabajo como científica en un Organismo Público de Investigación. Recientemente me he incorporado al Comité de Igualdad de mi centro con la intención de ayudar en la elaboración del Plan de Igualdad y promover que las políticas de igualdad se integren dentro del funcionamiento diario de mi institución. Soy consciente de que este es un camino largo, una transición tanto a nivel personal como a nivel institucional que tiene que ir calando poco a poco en nuestro día a día. Por eso inicio este curso con mucha ilusión y ganas de aprender (y desaprender lo que sea necesario).